domingo, 13 de marzo de 2011

Día fascinante.

Hace mucho tiempo, las primeras palabras con las que empecé una entrada fueron: Hay días en que las entradas se escriben solas, y juro que hoy es una de ellas. Pese a ser un día nefando es necesario narrar casi todo lo de ayer.

Primero la tarde, el ambiente carnavalero ovetense estuvo bastante bien, ameno y divertido, niños de vaqueros, chicas de cabaret, tios con minifaldas y tacones, asesinos, varios tenientes coroneles Tejero y bastantes indios. El pasacalles bastante normal hasta llegar a una de las charangas donde o bien mi humor negro o la crueldad del ser humano (espero que lo primero) me hicieron hacer un mother of god... .



El caso es que uno de los grupos representaba a los Cuncupiedras, disfrazados de hombres de Cro-Magnon o Neardenthales (el matiz ya se me escapó). El problema es que esos Cro-Magnones eran toda gente con Sindrome de Down. Creo que el ejemplo de políticamente incorrecto apareció ante mí en todo su explendor. Mi acompañanta (no quiero que se me tense Bibi Aído) opinaba como yo, que era ligeramente incorrecto poner a gente con ese problema disfrazados de Cro-Magnones, pero bueno, el susto ya lo superé.

Cuando el cielo se cayó sobre nuestras cabezas me tuve que ir a casa a cambiarme y cuando volví a salir pasaron cosas aún mas interesantes. La primera de ellas, en relación con el día nefando, se produjo en Mon, lo que me trae a la cabeza es que si Oviedo es un pajar yo fui capaz no solo de sentarme, sino de chocar con la jodida aguja. De todas formas pese a que tendre que purificarme la zona rozada antes de que se me gangrene, aún soy bastante más caballero que los demás. Ahí lo dejo. Eso si, la sorpresa no me la quita naide.



Por último, y no por ello menos sarcástico, es que me sigue encantando tener el poder de que mi sola presencia cercana provoque levantamientos de cejas, caras de estupor y codazos nada sutiles (bueno si son sutiles, pero hay que saber de lenguaje corporal). Parezco el enemigo acercándose a bombardear algún objetivo militar, de todas formas yo no opino sobre lealtades personales. Sólo me hace gracia la hipocresía. Pero eso ya es cosa mía.

El resto de la noche ya pertenece al ámbito de lo privado. xD.

Paz y amor y Plus para el salón.

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