lunes, 31 de octubre de 2011

Como son tus ojos.


Mujer, no tendré un beso de niño para ti
ni de viejo, ni de sátiro.
Cuando vengas no besaré tus mejillas
ni tu frente, ni tus labios.
Pondré mi boca en los pliegues
recogidos de tus párpados
y beberé el agua clara
que suba a tus ojos claros.
Trae unos ojos azules, mujer,
trae unos ojos azules, de un azul tranquilo y claro
que tengo sed.
Sed de peregrino cansado
de muchas jornadas duras
por caminos solitarios
y quiero
llevas mis labios
al agua clara y tranquila
de un remanso que refleje
un cielo tranquilo y claro.

domingo, 30 de octubre de 2011

Perséfone y Mnemosine.






-¿Quien eres tu?-. Preguntó el Guardian de la Noche.


-De la pureza pristina provengo-, fue mi respuesta.


Y por insaciable que sea mi sed, Perséfone, obedecer tu decreto me lleva a volar y a girar y girar por siempre más.


Desdeño el pálido ciprés. No busco refrescarme en su manantial cristalino, pero apresuro el paso hacia el río de Mnemosine, donde bebo para saciar mi sed. Y allí, con las palmas de las manos rozando la revoltosa agua de la corriente, vuelvo a ver como en el sueño de un nadador que se ahoga,todas las cosas extrañas que he visto, y cosas aún mas extrañas que ningún hombre ha visto jamás.